Crónicas chingolilongas

En un pueblo llamado “la chingada city” habitaban unos chingoncitos, que se auto denominaban “la banda de los chingolilingos” los cuales chingolaban chingolosamente las chingonas calles de la chingada city.

Una chingona tarde de VER ANO , dos chingolilingos que se encontraban chingando por las calles de esa chingadisima ciudad, decidieron que era el momento correcto de tomarse unas vacaciones, ya que hacia tiempo que no visitaban a su chingonserrimo, veterANO chingolilingo amigo Al Anogran De, el cual ya tenía tiempo de haberse mudado a la paradisiaca ciudad de “El carajo”.

Put y To recordaban como su veterAno amigo había huido de la chingada, mientras esperaban el tren al carajo; Al había salido de la Chingada para irse al Carajo, ya que en la chingada no se chingolilaba bien; la gran diversidad de chingolenses lo hacía sentirse un fracaso chingolilando, Ademas Lapu Ta Anogran De, que era su hermana requería de nuevos aires para trabajar, era una experta del candente arte de las panochas y otros manjares panaderos, los chingolenses de por ahí, continuamente le solicitaban, cochinos, cuernos, conchas y panques. Al juraba que el primer día que probo aquella concha de Lapu Ta, sintió algo tan chingon que prometió no probar otra concha, dona, panocha y cochino que no fuera de ella, Al decía que simplemente era un éxtasis para su boca, sin embargo ni Lapu Ta ni la Chingada City fueron lo suficiente para retener a Al Anogran De, si hubo o hay otras razones no las sabemos.

Al se había ido tan rápido al Carajo en un viaje sin regreso y sin escalas, que los demas chingolilingos no tuvieron la oportunidad de darle a él y a su hermana su despedida, ni en chingisa

Put y To llegaron al Carajo muy cansados, la ghinga del viaje fue demasiado para ellos, pero al fin frente a la casa, Put le dijo a su hermano To - debimos llamar a Lapu Ta Anogran De primero, que tal si somos inoportunos o están ocupados

La WEB es nuestra.
La chingada es de su madre.

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